El P. Ramón Vicens, misionero en Tanzania, que temporalmente se encuentra en Barcelona, nos ha enviado su habitual carta navideña y nos explica detalles de su labor apostólica en el país africano.
Os escribo esta carta navideña desde Barcelona donde me encuentro por razones de salud. Estaba siguiendo un cursillo de 3 meses en Jerusalén cuando los médicos del Hospital Árabe de San José de Jerusalén me dijeron que tenía que operarme del colon y por eso me vine a Barcelona. Me operaron en la Clínica de la Sagrada Familia de Barcelona. La operación quirúrgica fue bien y, al cabo de ocho días, ya estaba en casa. Ahora me están poniendo, en el Hospital del Valle Hebrón, un tratamiento de quimioterapia para reducir un par de nódulos que me han encontrado en el hígado en vistas a una posible operación posterior si fuese necesaria.
Con este año 2007 empecé mi noveno año en la parroquia de San José Mukasa de la diócesis de Mwanza en Tanzania. Eran ya un buen número de años sirviendo en la misma parroquia. El obispo y mis superiores creyeron oportuno cambiarme de sitio y nombrarme párroco de la parroquia de Bukumbi que necesitaba personal nuevo. Estaba muy contento en la parroquia de Nyakato y todavía tenía unos cuantos proyectos entre manos por terminar pero acepté la proposición que me hacían. Mi sucesor en Nyakato sería el P. Nicolás Aayire, un padre blanco africano de Ghana. Tuve la oportunidad de estar unos meses con él y el día primero de julio me trasladé a Bukumbi y tomé posesión de mi nueva parroquia.
Bukumbi se encuentra a 30 Km al sur de Mwanza, en zona rural. Como la distancia entre Bukumbi y Mwanza no es muy grande, el obispo me pidió que continuase con mis otros cargos de vicario episcopal de religiosos y como capellán en la Escuela Secundaria de chicas católicas. Bukumbi es una parroquia histórica al ser la primera que se creó en territorio de lo que es ahora la archidiócesis de Mwanza. Fue fundada por los padres blancos que, en 1883 cruzaron a pie el territorio de Mwanza hasta Uganda donde el rey Mwanga los aceptó al principio pero luego empezó a perseguir a los cristianos y los padres blancos tuvieron que huir a Tanzania. Desembarcaron en Bukumbi a orillas del Lago Victoria. Fueron bien recibidos por el jefe local que les dio unas 500 hectáreas para fundar la nueva parroquia de Bukumbi. Este año 2008 precisamente celebraremos los 125 años de su fundación.
La parroquia de Bukumbi tiene 28 poblados y en cada uno de ellos hay una iglesia o capilla más o menos grande según el número de cristianos. La parroquia tiene una extensión de 30 por 25 kilómetros y una comunidad de unos 20.000 cristianos. Como ocurre en las misiones antiguas, la parroquia ha creado a su alrededor un montón de instituciones para servir y promocionar a la gente que vive a su alrededor. Tiene un hospital de 200 camas con una escuela de enfermería en la que unas 100 estudiantes se prepararan para ser enfermeras y comadronas durante 3 años de estudios. También tenemos una escuela de formación para catequistas. Unos treinta catequistas venidos de la diócesis de Mwanza y algunas diócesis vecinas reciben un año entero de formación teológica, bíblica y catequética como preparación para su trabajo futuro. Sus mujeres reciben también cursillos de labores del hogar y corte y confección y cuando terminan les proporcionamos una máquina de coser para que se la lleven a sus casas y puedan ganarse así mejor la vida.
Hay también en la parroquia una escuela de bachillerato en régimen de internado con capacidad para unas 500 chicas. Se cuidan de ella unas monjas benedictinas. Y, para terminar, tenemos también una escuela profesional donde los jóvenes pueden aprender carpintería, mecánica, electricidad y construcción. No todas las parroquias de la diócesis tienen tantas instituciones como la de Bukumbi pero en todas se intenta promocionar la plenitud humana y cristiana de sus feligreses.
En septiembre, los padres blancos me dieron la oportunidad de seguir un cursillo de Biblia y Espiritualidad en Jerusalén. Los padres blancos tenemos en Jerusalén una casa y nos cuidamos de la Basílica de Santa Ana y de la Piscina probática donde Jesús curó al paralítico. Disponemos de acomodación suficiente al quedar vacío el antiguo seminario mayor para seminaristas de Israel, Siria, Líbano y Jordania. Los padres blancos se cuidaban de la formación de esos seminaristas hasta que la guerra de los 6 días entre Israel y Palestina obligó a trasladar ese seminario a otro país.
¡Qué lástima que sólo pudiera seguir un mes de ese cursillo de tres meses! Dios así lo dispuso. Ahora me encuentro en Barcelona, en manos de médicos. Os pido que os acordéis de mí en vuestras oraciones para que me puedan apedazar lo suficiente y pueda volver a Tanzania y a mi parroquia de Bukumbi. Allí me esperan dos padres blancos holandeses y uno francés con los que formamos el equipo parroquial.
Me alegrarán mucho vuestras noticias si tenéis un momento para escribir. No os olvidaré en mis oraciones durante estos días santos. Que el Niño Dios que viene como Mesías y Salvador nos traiga esa salvación suya un poco más este año. Un abrazo.
Ramón Vicens
Os escribo esta carta navideña desde Barcelona donde me encuentro por razones de salud. Estaba siguiendo un cursillo de 3 meses en Jerusalén cuando los médicos del Hospital Árabe de San José de Jerusalén me dijeron que tenía que operarme del colon y por eso me vine a Barcelona. Me operaron en la Clínica de la Sagrada Familia de Barcelona. La operación quirúrgica fue bien y, al cabo de ocho días, ya estaba en casa. Ahora me están poniendo, en el Hospital del Valle Hebrón, un tratamiento de quimioterapia para reducir un par de nódulos que me han encontrado en el hígado en vistas a una posible operación posterior si fuese necesaria.
Con este año 2007 empecé mi noveno año en la parroquia de San José Mukasa de la diócesis de Mwanza en Tanzania. Eran ya un buen número de años sirviendo en la misma parroquia. El obispo y mis superiores creyeron oportuno cambiarme de sitio y nombrarme párroco de la parroquia de Bukumbi que necesitaba personal nuevo. Estaba muy contento en la parroquia de Nyakato y todavía tenía unos cuantos proyectos entre manos por terminar pero acepté la proposición que me hacían. Mi sucesor en Nyakato sería el P. Nicolás Aayire, un padre blanco africano de Ghana. Tuve la oportunidad de estar unos meses con él y el día primero de julio me trasladé a Bukumbi y tomé posesión de mi nueva parroquia.
Bukumbi se encuentra a 30 Km al sur de Mwanza, en zona rural. Como la distancia entre Bukumbi y Mwanza no es muy grande, el obispo me pidió que continuase con mis otros cargos de vicario episcopal de religiosos y como capellán en la Escuela Secundaria de chicas católicas. Bukumbi es una parroquia histórica al ser la primera que se creó en territorio de lo que es ahora la archidiócesis de Mwanza. Fue fundada por los padres blancos que, en 1883 cruzaron a pie el territorio de Mwanza hasta Uganda donde el rey Mwanga los aceptó al principio pero luego empezó a perseguir a los cristianos y los padres blancos tuvieron que huir a Tanzania. Desembarcaron en Bukumbi a orillas del Lago Victoria. Fueron bien recibidos por el jefe local que les dio unas 500 hectáreas para fundar la nueva parroquia de Bukumbi. Este año 2008 precisamente celebraremos los 125 años de su fundación.
La parroquia de Bukumbi tiene 28 poblados y en cada uno de ellos hay una iglesia o capilla más o menos grande según el número de cristianos. La parroquia tiene una extensión de 30 por 25 kilómetros y una comunidad de unos 20.000 cristianos. Como ocurre en las misiones antiguas, la parroquia ha creado a su alrededor un montón de instituciones para servir y promocionar a la gente que vive a su alrededor. Tiene un hospital de 200 camas con una escuela de enfermería en la que unas 100 estudiantes se prepararan para ser enfermeras y comadronas durante 3 años de estudios. También tenemos una escuela de formación para catequistas. Unos treinta catequistas venidos de la diócesis de Mwanza y algunas diócesis vecinas reciben un año entero de formación teológica, bíblica y catequética como preparación para su trabajo futuro. Sus mujeres reciben también cursillos de labores del hogar y corte y confección y cuando terminan les proporcionamos una máquina de coser para que se la lleven a sus casas y puedan ganarse así mejor la vida.
Hay también en la parroquia una escuela de bachillerato en régimen de internado con capacidad para unas 500 chicas. Se cuidan de ella unas monjas benedictinas. Y, para terminar, tenemos también una escuela profesional donde los jóvenes pueden aprender carpintería, mecánica, electricidad y construcción. No todas las parroquias de la diócesis tienen tantas instituciones como la de Bukumbi pero en todas se intenta promocionar la plenitud humana y cristiana de sus feligreses.
En septiembre, los padres blancos me dieron la oportunidad de seguir un cursillo de Biblia y Espiritualidad en Jerusalén. Los padres blancos tenemos en Jerusalén una casa y nos cuidamos de la Basílica de Santa Ana y de la Piscina probática donde Jesús curó al paralítico. Disponemos de acomodación suficiente al quedar vacío el antiguo seminario mayor para seminaristas de Israel, Siria, Líbano y Jordania. Los padres blancos se cuidaban de la formación de esos seminaristas hasta que la guerra de los 6 días entre Israel y Palestina obligó a trasladar ese seminario a otro país.
¡Qué lástima que sólo pudiera seguir un mes de ese cursillo de tres meses! Dios así lo dispuso. Ahora me encuentro en Barcelona, en manos de médicos. Os pido que os acordéis de mí en vuestras oraciones para que me puedan apedazar lo suficiente y pueda volver a Tanzania y a mi parroquia de Bukumbi. Allí me esperan dos padres blancos holandeses y uno francés con los que formamos el equipo parroquial.
Me alegrarán mucho vuestras noticias si tenéis un momento para escribir. No os olvidaré en mis oraciones durante estos días santos. Que el Niño Dios que viene como Mesías y Salvador nos traiga esa salvación suya un poco más este año. Un abrazo.
Ramón Vicens
