El P. Ramón Vicens, misionero en Tanzania, que temporalmente se encuentra en Barcelona, nos ha enviado su felicitación pascual y nos cuenta detalles sobre su estado de salud.
Ante todo quiero desearos que paséis una feliz Pascua de Resurrección. Que las celebraciones de los días de Semana Santa nos hagan participar en el Misterio Pascual de Jesús. Si morimos con Él a nuestro pecado y egoísmo, viviremos también con Él una nueva Vida de resucitados que nos capacitará para amar y servir a los demás.
Muchos de vosotros no habéis recibido noticias mías desde las últimas Navidades. Ya es hora pues, de que vuelva a escribiros unas líneas. Continúo con el tratamiento de quimioterapia que empecé antes de las Navidades. He recibido ya ocho sesiones de un total de 12 que me quieren poner. Cada quince días me ponen una sesión de quimioterapia en el Hospital del Valle Hebrón. Cada sesión dura unas 5 horas y consiste en inyectarme en la sangre una serie de medicamentos: anticuerpos, quimioterapia, protector de estómago etc. Al irme me conectan un aparatito que me irá inyectando lentamente 100 mililitros de quimio durante un período de 46 horas. Cada semana voy también al hospital para que me hagan una analítica y ver al oncólogo que supervisa mi tratamiento.
No me puedo quejar mucho, por el momento, de los efectos secundarios que la quimio conlleva. Me salen granitos en una u otra parte del cuerpo que luego desaparecen, con la ayuda de una pomada, al cabo de un par de semanas. He tenido también un par de vómitos. Pero no se me ha caído el pelo.
Me han hecho también durante este período dos TAC y un PET para averiguar los resultados de la quimio. Los TAC mostraban que los nódulos del hígado habían disminuido un 70 por cien después de 6 sesiones de quimio. El PET confirmaba que no había actividad cancerosa en otras partes del cuerpo. Los resultados son, pues, positivos y esperanzadores. Espero que con las 6 sesiones restantes de quimio los nódulos del hígado disminuyan todavía más. El cirujano decidirá entonces si cree conveniente operarme del hígado. Espero saber algo más de ello dentro de un par de meses.
Mientras tanto, intento vivir día a día, dándole gracias a Dios por cada nuevo día. Trabajo como sacerdote en la parroquia de Santa Eulàlia de Vilapicina ayudando en lo que me piden. De momento he podido hacer vida normal y no he perdido ningún día de trabajo. Ayudo también en la Pastoral de un Colegio Religioso de la vecindad cuando lo requieren. Vivo en casa con mi madre. Ella se encontraba muy bien en la Residencia del Amor de Dios. Pero su amor de madre le ha hecho venirse a casa para poder cuidarme mejor.
Bueno, por hoy nada más. Os recuerdo en mis oraciones y os pido que continuéis también rezando por mí. Un abrazo a todos.
Ramón Vicens
Ante todo quiero desearos que paséis una feliz Pascua de Resurrección. Que las celebraciones de los días de Semana Santa nos hagan participar en el Misterio Pascual de Jesús. Si morimos con Él a nuestro pecado y egoísmo, viviremos también con Él una nueva Vida de resucitados que nos capacitará para amar y servir a los demás.
Muchos de vosotros no habéis recibido noticias mías desde las últimas Navidades. Ya es hora pues, de que vuelva a escribiros unas líneas. Continúo con el tratamiento de quimioterapia que empecé antes de las Navidades. He recibido ya ocho sesiones de un total de 12 que me quieren poner. Cada quince días me ponen una sesión de quimioterapia en el Hospital del Valle Hebrón. Cada sesión dura unas 5 horas y consiste en inyectarme en la sangre una serie de medicamentos: anticuerpos, quimioterapia, protector de estómago etc. Al irme me conectan un aparatito que me irá inyectando lentamente 100 mililitros de quimio durante un período de 46 horas. Cada semana voy también al hospital para que me hagan una analítica y ver al oncólogo que supervisa mi tratamiento.
No me puedo quejar mucho, por el momento, de los efectos secundarios que la quimio conlleva. Me salen granitos en una u otra parte del cuerpo que luego desaparecen, con la ayuda de una pomada, al cabo de un par de semanas. He tenido también un par de vómitos. Pero no se me ha caído el pelo.
Me han hecho también durante este período dos TAC y un PET para averiguar los resultados de la quimio. Los TAC mostraban que los nódulos del hígado habían disminuido un 70 por cien después de 6 sesiones de quimio. El PET confirmaba que no había actividad cancerosa en otras partes del cuerpo. Los resultados son, pues, positivos y esperanzadores. Espero que con las 6 sesiones restantes de quimio los nódulos del hígado disminuyan todavía más. El cirujano decidirá entonces si cree conveniente operarme del hígado. Espero saber algo más de ello dentro de un par de meses.
Mientras tanto, intento vivir día a día, dándole gracias a Dios por cada nuevo día. Trabajo como sacerdote en la parroquia de Santa Eulàlia de Vilapicina ayudando en lo que me piden. De momento he podido hacer vida normal y no he perdido ningún día de trabajo. Ayudo también en la Pastoral de un Colegio Religioso de la vecindad cuando lo requieren. Vivo en casa con mi madre. Ella se encontraba muy bien en la Residencia del Amor de Dios. Pero su amor de madre le ha hecho venirse a casa para poder cuidarme mejor.
Bueno, por hoy nada más. Os recuerdo en mis oraciones y os pido que continuéis también rezando por mí. Un abrazo a todos.
Ramón Vicens
Le deseamos a P. Ramón un restablecimiento rápido y pedimos a Dios que le mantenga la fortaleza necesaria para afrontar con buen ánimo este percance en su salud.
