11 d’octubre del 2006

ITE-116 Tema Clau: El canvi climàtic - III

Ana Amigo Fontcuberta
Estudiante de Biología


Las influencias climáticas tienen que ver mucho con la salud porque las temperaturas extremas y las brusquedades del tiempo, la situación geográfica de los seres que contagian enfermedades y las cantidades de aire, alimentos y agua son los determinantes del equilibrio de los ecosistemas en que nos movemos.
Ya que el clima nos afecta de tantas maneras y es muy difícil controlar los detalles de su alteración a medio y largo plazo, la predicción de los efectos del cambio climático sobre la salud es un problema de respuesta no resuelta. No obstante, se tienen datos científicos sobre la magnitud del calentamiento de la tierra y de ello se puede deducir la relación entre el clima y la salud, es decir, sus efectos futuros, que, con ser importantes, pueden variar según la región del planeta.
Las temperaturas van a subir más en unas áreas que en otras y algunos lugares serán más secos mientras que otros dispondrán de más lluvia. El impacto del cambio climático en la salud puede incluir efectos directos por causa de temperaturas muy extremas y también por la subida del nivel del mar. Pero también son previsibles impactos indirectos, debidos a cambios en los comportamientos de las precipitaciones que pueden afectar a los ecosistemas naturales, cambiar la ecología de las enfermedades infecciosas, dañar la agricultura y los acuíferos, disparar los niveles de la contaminación atmosférica y dar pie a una reorganización a gran escala tanto en las comunidades animales como en las plantas. Estos efectos indirectos pueden tener, a largo plazo, un impacto acumulativo sobre la salud humana mayor que los efectos directos.
Uno de los impactos más fácilmente imaginable es el aumento en número y en importancia de las olas de calor. El golpe de calor constituye un peligro bien conocido durante los periodos prolongados de tiempo muy cálido, especialmente en las ciudades, porque tienden a atrapar y mantener el calor. Las estadísticas muestran que los índices diarios de mortalidad aumentan vertiginosamente cuando las temperaturas sobrepasan un cierto umbral y durante las intensas olas de calor el número de muertes puede ser sorprendentemente elevado. Especialmente las personas mayores, los muy jóvenes y los indigentes no están preparados para calores excesivos y resultan más vulnerables. Hacia mediados del siglo, el cambio climático incluirá mayor frecuencia de días extremadamente calurosos.
A la inversa, como beneficio potencial del calentamiento del globo podría señalarse que se dará un menor número de fallecimientos a causa del frío, dado que los inviernos serán más suaves. Se ha calculado que para el año 2050 la temperatura media invernal subirá unos 2,5ºC, y podría tener como resultado menos muertes anuales por causa del frío. No obstante, este descenso de la mortalidad en invierno tan sólo compensaría parcialmente el incremento de las muertes por exceso de calor. Los estudios al respecto indican que la mortalidad relacionada con el calor es más elevada que la asociada a los periodos de frío.
Además de una mayor frecuencia de olas de calor, el cambio climático global traerá consigo una variabilidad mayor en el tiempo en su conjunto. Los expertos en climatología creen que unos cambios relativamente pequeños de la temperatura media global en el futuro producirán cambios sustanciales en la frecuencia de manifestaciones meteorológicas extremas, como huracanes, ciclones, tormentas de gran violencia y vendavales. Estos desastres naturales ya están suponiendo, con sus inundaciones y vientos, un grave deterioro por la destrucción de vidas y propiedades que acarrean. La subida del nivel del mar es otra de las esperadas consecuencias del calentamiento de la tierra, y podría afectar de forma negativa a la salud y bienestar de los habitantes de las costas. Dieciséis ciudades de entre las mayores del mundo, con poblaciones de más de 10 millones, se encuentran situadas en zonas costeras, sin olvidar que la población de las zonas costeras de todo el globo está aumentando sin parar.
Todo este panorama sólo puede ser paliado por la acción conjunta y enérgica de todos los gobernantes influyentes del planeta. Los expertos ya empiezan a creer que estamos llegando tarde y algunos cambios serán irreversibles aunque se actúe con rapidez y eficacia. Es mucho lo que nos jugamos.