27 de febrer del 2009

ITE-130. Racó literari

per Judith Monés Llivina

Historia de un alma
Bajo el título “Historia de un alma”, libro publicado por primera vez al año de la muerte de Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz, se recogen la biografía y las memorias espirituales de Thérèse Martin.
Desde entonces “Historia de un alma”, la autobiografía de recuerdos, experiencias y testimonios que Teresita escribió por orden de su superiora monástica, se ha convertido en todo un clásico imprescindible de la mejor literatura espiritual y en obra clave en la conversión, vocación y consagración de muchas personas.
“Historia de un alma” ha sido traducida a más de 60 idiomas, y el libro ha llegado a ser venerado también por otras religiones.
Santa Teresa del Niño Jesús nos habla de la infancia espiritual, que consiste en hacerse enteramente niño ante Dios y ante los hombres. No por un espíritu aniñado, ingenuo o enfermizo, no por infantilismo y pura ingenuidad, sino por el amor, la humildad, la sencillez, el candor, la confianza, el abandono filial y la ausencia absoluta de toda clase de complicaciones en la vida espiritual.
Ella fue y es en la Iglesia el amor. Escribe en su autobiografía: “En la caridad descubrí el quicio de mi vocación. Entendí que la Iglesia tiene un corazón y que este corazón está ardiendo de amor. Entendí que sólo el amor es el que impulsa a obrar a los miembros de la Iglesia. Entonces, llena de alegría desbordante, exclamé: ¡Oh Jesús, amor mío, por fin he encontrado mi vocación: mi vocación es el amor. En el corazón de la Iglesia, que es mi madre, yo seré el amor”.
Antología de frases:
— Cada vez que queremos amar, estamos ya amando... Sé el amor de un corazón enamorado”.
— Cuando no encuentres más que vacío en lo más hondo de ti mismo, cuando tengas la sensación de que el amor te ha dejado caer, cuando no tengas ganas de nada...entonces Dios se hace tu corazón, entonces Dios te regala su amor.
— Dios no tiene necesidad de nuestras obras, sino de nuestro amor...Yo he elegido hacer amar al Amor.
— Me ha falta tan solo tu mirada, ¡vivo de amor!... Todo lo que ocurre en el mundo, ocurre en el corazón de quien ama.
— La santidad no consiste en este o aquel ejercicio, sino en una disposición del corazón que nos hace ser humildes y pequeños en los brazos amorosos de Dios.
— Una sola cosa deseo: la voluntad de Dios... Quiero todo lo que Dios me dé. Y es que, no en vano, el lema de su vida fue amar al Señor y hacerlo amar.
(Fuente: ECCLESIA Digital)